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sábado, 13 de diciembre de 2014


NAVIDAD LATINA

Los alumnos de 4º de la ESO os desean FELIZ NAVIDAD o como decían los romanos 
IO SATURNALIA!!!!!!

FELICEM

NATIVITATEM

ET FELICEM ANNUM

NOVUM VOBIS OMNIBUS

EXOPTOAMUS.   LAETITIA, FORTUNA,

SALUS  ET  FELICITAS   SINT  VOBIS

ET FAMILIAE VESTRAE. ACCIPITE ANNUM

NOVUM CUM BLANDO RISU. BLANDUM RISUM

NOSTRAQUE

MELIORA

DESIDERIA

VOBIS 

MITTIMUS


NOS










































SATURNALIA
Cuando las tareas en el campo se terminaban y llegaba la noche más larga, los romanos celebraban las SATURNALIA  en honor a SATURNO, dios de las cosechas y de la agricultura
Oficialmente se celebraban el día 17 de diciembre, pero su éxito hizo que se prolongaran hasta el día  23. Empezaba en el templo de Saturno con un banquete y al grito multitudinario de “Io, Saturnalia”. A la figura del dios Saturno se le quitaba la cinta de lana que rodeaba el pedestal, dándole así libertad durante estos días.
Las Saturnales eran un juego de inversiones: el señor actuaba como esclavo, el esclavo como señor; lo antes prohibido era ahora permitido; lo que antes era restricción ahora era lujo o derroche 
Se las llegó a llamar "fiesta de los esclavos" ya que en las mismas el siervo romano con el pileus (gorro cónico, símbolo de libertad) ocupaba el lugar del señor, que debía obedecerle. incluso se les dejaba usar las ropas de su seño, recibían raciones extra de comida y disfrutaban de tiempo libre.
Los hijos también invertían los papeles con sus padres y pasaban a ser los jefes de la casa. Cada familia elegía un Rey de la Saturnalia, o Señor del desgobierno, que podía ser un niño. Ese “rey de mentira” presidía las fiestas, y se le tenía que obedecer.
Los romanos salían a la calle a bailar y cantar con guirnaldas en el pelo y velas encendidas en largas procesiones. Era una ocasión para visitar a los amigos y parientes e intercambiar regalos: fruta, nueces, velas de cera de abeja y figuritas de terracota.
Se cerraban las escuelas, los tribunales y las tiendas, se paraban las guerras, se liberaba a los esclavos, y se cometían todo tipo de excesos con la bebida y la comida.
Al final de la Saturnalia, el 25 de diciembre, se celebraba el nacimiento del Sol, Natalis Solis Invictis (nacimiento del sol invencible).
Después del día 25, empezaba el festival de Sigillaria, dedicado, sobre todo, a hacer regalos a los niños: anillos, muñecos de terracota, sellos, tablas de escritura, dados, pequeños objetos, monedas, y bolsas llenas de canicas!
Durante estos días, se decoraban las casas con plantas verdes, se encendían velas para celebrar la vuelta de la luz, y se colgaban figuras de los árboles,pero no metían árboles dentro de casa. Los romanos sólo adornaban los que estaban plantados en la tierra. La tradición del árbol de Navidad tiene sus orígenes en el siglo XVI.
Cristianismo legalizado
En la época del Emperador Constantino I (272-337), el cristianismo había avanzado muy poco y Roma era predominantemente pagana. Constantino I tras una visión antes de una batalla se dedicó a favorecer el cristianismo, sin dejar de rendir culto a los dioses paganos de Roma. Por ejemplo, uno de los dioses romanos más populares era el Deus Sol Invictus, y los romanos lo adoraban un día a la semana, el Dies Solis. Constantino, que era sumo sacerdote en el culto a Sol Invictus, decretó que ese día fuese también jornada de descanso y adoración para  los cristianos.
 En el año 321, Constantino legalizó el cristianismo, y declaró que el día del “nacimiento del sol invencible”, que se celebraba el 25 de diciembre, debía ser considerado como una nueva fiesta cristiana para celebrar el nacimiento de Cristo. Así no se alteraba el calendario romano, y las tradiciones paganas se fueron adaptando al cristianismo.  En el 350, el papa Julio I reconoció oficialmente el 25 de diciembre como la Fiesta de la Natividad.


LA FIESTA DEL OBISPILLLO
La fiesta del obispillo es una antigua tradición navideña que se remonta a la Edad Media, y consiste en la investidura de uno de los niños de la escolanía de una catedral o abadía como máxima autoridad. La fiesta está relacionada con las Saturnales, festival de inversión en el que los papeles de los poderosos son tomados temporalmente por los miembros más humildes de la sociedad. Habitualmente se elegía al obispillo el 6 de diciembre, fiesta de San Nicolás de Bari, patrón de los niños, y su autoridad no terminaba hasta el Día de los Santos Inocentes (28 de diciembre).

 El auténtico obispo dimitía simbólicamente y el niño tomaba su puesto. Tras la elección, el niño era vestido con los ropajes propios del obispo y atendido por compañeros vestidos como sacerdotes, haciendo un recorrido por la ciudad en el que bendecía a la gente.

La fiesta fue objeto de muchas prohibiciones y restricciones, pero  se ha recuperado en diferentes lugares, sobre todo en Burgos (1998).

ORIGEN DEL ROSCÓN DE REYES
Muchas de las tradiciones paganas se han incorporado en las celebraciones religiosas. Este es el caso del ‘Roscón , que se toma el día de Reyes.
Para encontrar su origen  hemos de viajar hasta el siglo II a.C. en el que se celebraban las ‘ Saturnalia’. 

 Entre los muchos alimentos que se preparaban para esta celebración  uno de los más populares era una torta a base de miel  en la que se le introducía algunos frutos secos, dátiles e higos. Más tarde, se introdujo en ellas la conocida haba, símbolo de prósperidad y  fertilidad, por lo que a aquel que se encontraba en su porción de torta con esta haba  se le auguraba prosperidad durante el resto de año.

En las casas, era elegido  el rey de la “Saturnalia” quien encontraba el haba dentro de la torta. 

De roscón  en realidad no podemos empezar a hablar hasta el siglo IV, cuando la Iglesia institucionaliza la festividad de los Reyes Magos . La tradición de repartir dulces con un haba en su interior, se extendió rápidamente por toda Europa y especialmente en Francia.

En el siglo XVIII,, un cocinero que quería contentar al pequeño rey Luis XV, introdujo como sorpresa en el roscón una moneda de oro. A partir de ese momento la moneda adquirió más valor simbólico que el haba, convirtiéndose en el premio deseado, mientras que nadie quería que le tocase la famosa legumbre.


Felipe V trajo la nueva modalidad de introducir una moneda como premio (que con los años se cambió por una figurita de cerámica) a la vez que el haba en el postre se había convertido en un símbolo negativo .El  afortunado al que le salía la figurita era coronado como el ‘rey de la fiesta’ y al que le salía el haba debía pagar el postre, a la vez de ser nombrado por todos como el ‘tonto del haba’ (origen del famoso insulto ‘tontolaba’).